La Enfermedad de Parkinson

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La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva.

Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más prevalente en la actualidad después del Alzhéimer y pertenece a los llamados Trastornos del Movimiento.

La EP se caracteriza por la pérdida (o degeneración) de neuronas en la sustancia negra, una estructura situada en la parte media del cerebro. Esta pérdida provoca una falta de dopamina en el organismo, una sustancia que transmite información necesaria para que realicemos movimientos con normalidad. La falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado, dando lugar a los síntomas motores típicos, como el temblor en reposo o la rigidez. 

1. CAUSAS

A día de hoy no se conoce la causa última de la EP. Sin embargo, se considera que podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y los derivados del propio envejecimiento del organismo.

La edad

La edad es un claro factor de riesgo, lo más común es que la enfermedad inicie entre los 50-60 años. Así, la prevalencia aumenta exponencialmente a partir de la sexta década de vida. Cuando la EP aparece antes de los 50 años, se denomina EP de Inicio Temprano.

Factores genéticos

El 90% de los casos de párkinson son formas esporádicas, es decir, no se deben a una alteración genética concreta. No obstante, se estima que entre el 15% y el 25% de las personas que tienen la enfermedad cuentan con algún pariente que la ha desarrollado.

Factores medioambientales

Algunos estudios citan como factor de riesgo el consumo continuado a lo largo de los años de agua de pozo o haber estado expuesto a pesticidas y herbicidas.

2. DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la EP es fundamentalmente clínico y se realiza en base a la historia clínica y exploración neurológica de la persona, ya que no existe en la actualidad un marcador bioquímico. Se pueden realizar pruebas complementarias para descartar otros posibles trastornos.

Los síntomas deben incluir la lentitud de movimientos (bradicinesia) y, al menos, uno de los siguientes más:

  • Temblor en reposo. La falta de temblor en reposo no excluye el diagnóstico ya que puede estar ausente en el 30% de las personas afectadas.
  • Rigidez muscular.
  • Inestabi­lidad postural.

3. SÍNTOMAS

La EP se presenta a través de una serie de síntomas motores y otros no motores. No  todas las personas tienen por qué tener los mismos síntomas, ni su evolución va a seguir el mismo curso. Se suelen asociar principalmente a las dificultades motoras, pero hay muchos otros no relacionados con el movimiento.

  • Síntomas motores
    • Temblor en reposo
    • Rigidez
    • Bradicinesia
    • Inestabilidad postural
  • Otros
    • Hipomimia-Hipofonía
    • Disartria y sialorrea
    • Dificultades respiratorias
    • Disfagia
    • Alteraciones cognitivas
    • Pérdida peso
    • Síndrome piernas inquietas

 

4. TRATAMIENTOS NO FARMACOLÓGICOS

Las terapias rehabilitadoras son fundamentales en el manejo global de la EP y han de ser adaptadas a las necesidades de cada persona. Los objetivos se centran en conseguir una mayor autonomía e independencia de la persona, que le permita afrontar las dificultades en la vida diaria derivadas de la EP.

Fisioterapia

La fisioterapia en personas afectadas por la EP se centra en seis áreas específicas: las transferencias, la postura, el funcionamiento de las extremidades superiores (alcanza y agarrar), el equilibrio (y las caídas), la marcha y la capacidad física, y la (in)actividad. También utilizan las estrategias de orientación atencional, estrategias cognitivas de movimiento y el ejercicio para mantener o aumentar la independencia, la seguridad y la calidad de vida relacionada con la salud.

Logopedia

La logopedia lleva a cabo el diagnóstico, la rehabilitación y la prevención de los trastornos de la comunicación tales como las alteraciones de la voz, de la audición, del habla, del lenguaje (oral, escrito, gestual); y de las funciones oro-faciales y deglutorias.

La rehabilitación a través de la logopedia ha mostrado ser muy eficaz en la EP. Algunos de los objetivos que se trabajan son:

  • Conseguir una comunicación efectiva y eficiente en todos los contextos sociales.
  • Prevenir y mantener los componentes del habla preservados.
  • Recuperar los síntomas deteriorados que hayan aparecido.
  • Concienciar sobre los aspectos del habla que dificultan la comunicación.
  • Aprender técnicas y estrategias para mejorar la inteligibilidad del habla.

El programa de logopedia en la Enfermedad de Parkinson se centrará en reeducar:

  • La relajación.
  • La postura.
  • La respiración.
  • La fonación.
  • La articulación.
  • La prosodia.
  • La deglución
Terapia ocupacional

La terapia ocupacional trabaja las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria con el objetivo de mantener la autonomía de la persona y favorecer su participación para conseguir la mayor independencia posible en los diferentes ámbitos de la vida.  Estos profesionales trabajan con diversos procedimientos que incluyen la coordinación motora, técnicas de relajación y respiración, la realización de actividades de la vida diaria y el desarrollo de procedimientos para las capacidades conservadas. Para minimizar el impacto resultante de la evolución de la enfermedad resulta esencial la implicación de los familiares y cuidadores en la aplicación de los cambios propuestos por los terapeutas ocupacionales.

Psicología

La psicología aborda aspectos emocionales, cognitivos y conductuales con el objetivo de reducir el impacto de los síntomas en la vida diaria. Busca también favorecer la aceptación y adaptación a la nueva situación vital tanto de la persona afectada como de sus familiares y personas cuidadoras.

 

REFERENCIAS 

https://www.esparkinson.es/espacio-parkinson/conocer-la-enfermedad/

https://portal.guiasalud.es/egpc/resumida-parkinson-tratamiento-no-farmacologico/

https://parkinsongaliciacoruna.org/files/MSCPARKINSONGC/2014-4/2-14-58-6.administrador.Ejercicios-fisicos-de-habla-y-voz.pdf