Día: 3 de junio de 2021

Nutrición y desarrollo cognitivo

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El estado nutricional es un factor determinante en la salud y el desarrollo cognitivo y psicosocial en la primera infancia. Por esto, es importante que la madre desde el periodo gestacional cuente con unas condiciones nutricionales favorables que garanticen el desarrollo del individuo en formación.

¿Qué consecuencias puede tener una mal nutrición?

La ausencia de una dieta variada puede llegar a ocasionar malnutrición, generada por un nivel alto o bajo en el consumo de micronutrientes de vitaminas y minerales que pueden verse reflejados en la desnutrición, obesidad o sobrepeso, y puede ocasionar enfermedades, morbimortalidad o algún tipo de discapacidad. Siendo todo esto prevenible si se mantiene una nutrición adecuada en la etapa peri y posnatal.

A continuación, se comenta la importancia de la nutrición en dos áreas importantes del desarrollo, el psicomotor y el cognitivo.

La nutrición y su importancia en el desarrollo psicomotor.

La psicomotricidad, tal como se ha comentado en publicaciones anteriores, es la base de una equilibrada evolución entre la actividad motora y las funciones psíquicas, encargadas del desarrollo de movimientos como gatear, caminar, correr, saltar, coger objetos, escribir, etc., y procesos cognitivos como el pensamiento, atención, memoria, organización espacial-temporal, etc.

Una deficiencia del hierro desde el embarazo hasta los 2 primeros años de vida, tiene consecuencias negativas en el desarrollo socioemocional, en el comportamiento como en cambios en el funcionamiento sensorial, motor, cognitivo y lenguaje. Por lo que el hierro es el micronutriente más importante para el neurodesarrollo.

Tal como estamos comentando, los primero años de vida son decisivos para el futuro de una persona, es por esto que el estado nutricional es un pilar fundamental para garantizar el potencial en el desarrollo motor, tal como la psicomotricidad gruesa y la psicomotricidad fina, así como para la calidad de vida de los niños.

Por lo tanto, un déficit o exceso de micronutrientes o vitaminas como el ácido graso, ácido fólico, zinc, hierro y yodo, que junto a problemas de salud, factores socioeconómicos, ambientales, biológicos y familiares, podrían afectar el normal funcionamiento del desarrollo motor y cognitivo.

En relación a esto, hay estudios que han relacionado diferentes dificultades en el desarrollo psicomotor relacionadas con la malnutrición, entre estas dificultades podemos encontraer dificultades en psicomotricidad fina y gruesa, problemas de aprendizaje, dificultades en el gato, etc.

Nutrición y desarrollo cognitivo.

Estudios enfocados en el estado nutricional y el desarrollo cognitivo, han mostrado la relación existente entre el desarrollo de las funciones cognitivas con el sedentarismo; encontrando un efecto desfavorable en los niños, especialmente en procesos como la atención y dificultades de aprendizaje reflejados en el bajo rendimiento académico, así como el aumento en la impulsividad del comportamiento.

Una adecuada nutrición y actividad física favorece el desarrollo cognitivo y el aprendizaje, necesarios dentro del proceso escolar en la primera infancia; factores como la obesidad, condiciones económicas y las bajas expectativas académicas de los padres de familia, se constituyen como un problema de salud que impacta de manera negativa en el autoconcepto o percepción que cada niño de sí mismo, situación que puede influir sobre el comportamiento y disfuncionalidad a nivel académico y relaciones interpersonales en la etapa escolar.

Según algunas investigaciones, existe una relación entre la desnutrición y el desarrollo cognitivo, donde las deficiencias de micronutrientes durante el proceso de desarrollo pueden derivar en una discapacidad intelectual, así como un retraso en el crecimiento; estas condiciones afectan el normal funcionamiento de las funciones mentales, la inteligencia, memoria visual, fluidez verbal, flexibilidad cognitiva y en las capacidades de aprendizaje; lo que puede ser un factor de riesgo para el bajo desempeño y la deserción escolar, aunque no siempre se llegan a presentar este tipo de consecuencias.

A continuación, se ponen ejemplos de alimentos que facilitan los procesos cognitivos.

Alimento

Contenido Nutricional

Funcion beneficiada

Salmón y otros pescados; frutas como kiwi; semillas como nueces y de calabaza.

Ácidos grasos, como Omega-3

Mejoría y prevención del deterioro de las funciones cognitivas a consecuencia de la vejez, por enfermedades del estado de ánimo, por enfermedad de Alzheimer, por traumatismos craneoencefálicos, por trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Su consumo durante el embarazo, la lactancia y la niñez beneficia el desarrollo cerebral del producto mejorando la función cognitiva y visual, y se asocia con menor prevalencia de depresión postparto.

Cúrcuma longa (planta que es el ingrediente que le brinda el color amarillo al curry)

Cúrcuma

Reduce el deterioro cognitivo de la enfermedad de Alzheimer y en traumatismos craneoencefálicos.

Cebolla, manzana, brócoli, cereza, uva, col roja, cerveza y vino tinto

Flavonoides

Mejoría de los procesos cognitivos, especialmente combina- do con ejercicio.

Carne de cerdo y res, hígado, riñones, pes- cado, huevo, cereales, pan integral, leche, queso, coliflor, alubias, plátano, espinaca, berro, pepino, zanahoria

Complejo B (vitamina B1-B12)

Efectos benéficos generales en el Sistema Nervioso Central. Mejora la memoria.

Yema de huevo, pollo, hígado de pavo, to- das la vísceras animales, lechuga, col, soya, garbanzos, lentejas, arroz, cacahuates

Colina: genera acetilcolina

Efectos benéficos sobre la atención y la memoria, mejora el sueño de movimientos oculares rápidos.

Carne, pescado, huevo, productos lácteos, espárragos, garbanzos, lentejas, cacahuates, soya

Fenilalanina: genera dopamina (DA), noradrenalina (NE) y adrenalina (A)

Como NE: Facilita la vigilia y el alertamiento, la atención y la memoria. Reduce el dolor.
Como DA: facilita la sensación de placer y regula el control motor.

Huevo, leche, cereales integrales, chocolate, avena, dátiles, cacahuates, plátano, calaba- za, semillas de girasol

Triptófano: genera serotonina (5-HT) y melatonina (Mel)

Como 5-HT: Reduce el riesgo a la depresión, aumenta las sensaciones de placer, reduce el estrés y el dolor.

Perejil y espinacas crudas; lácteos, carnes (cruda y ahumada), frutos secos: nueces, almendras

Glutamina (genera glutamato y GABA)

Como glutamato: Mejora la memoria, la atención, el control motor, regula el miedo y la sensación de placer.
Como GABA: reduce la ansiedad y promueve el sueño.

Bibliografía.

Calceto-Garavito, L., Garzón, S., Bonilla, J., y Cala-Martínez, D. (2019). Relación del estado nutricional con el desarrollo cognitivo y psicomotor de los niños en la primera infancia. Revista Ecuatoriana de Neurología28(2), 50-58.

Prospéro-García, O., Díaz, M. M., Capuleño, I. A., Morales, M. P., Juárez, J. L., y Contreras, A. E. R. (2013). Inteligencia para la alimentación, alimentación para la inteligencia. Salud mental36(2), 101-107.