Mes: octubre 2020

Daño Cerebral Adquirido (DCA)

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Hoy día 26 de octubre es el día nacional del Daño Cerebral Adquirido. Es por eso que queremos informaros sobre las características del mismo, así como, las principales secuelas y ámbitos de rehabilitación actuales.

 ¿Qué es el DCA?


El Daño Cerebral Adquirido (DCA) (o también conocido como Daño cerebral Sobrevenido, DCS) se caracteriza por ser una lesión repentina en el cerebro. Esta afectación suele tener una aparición brusca y presentar un conjunto variado de síntomas. Estos síntomas, aparecerán según el área del cerebro lesionada, así como la gravedad que haya provocado el daño.

Para conocer un poco más…En el ámbito médico, la gravedad suele ser medida con la Escala de coma de Glasgow (GCS), la cual indica la severidad del daño cerebral y la situación del coma, con los siguientes parámetros:

  • Apertura de ojos (desde ausenta a espontánea)
  • Respuesta verbal (desde ninguna a orientado)
  • Respuesta motora (desde ausente a obedece)

La puntuación de la escala va desde 3 puntos hasta 15 puntos, y según la puntuación será calificado como grave (inferior o igual a 8 puntos); moderado (puntuaciones entre 9 y 12 puntos) y leve (con puntuaciones de 13 a 15 puntos).

 

¿Cuáles suelen ser las principales causas del DCA?


Según la frecuencia con la que aparecen, hay dos grandes causas del DCA como son los accidentes cerebrovasculares (ACV) y el traumatismo craneoencefálico, (TCE) pero además existen otras causas como son las anoxias, tumores cerebrales, infecciones, etc. Para conocer un poco más, a continuación, hablaremos de las principales características de las dos primeras causas de DCA:

  • Accidentes cerebro vasculares (ACV).

Los accidentes cerebro vasculares, se caracterizan por una aparición repentina de signos clínicos de una alteración focal (localizada), aunque en ocasiones puede ser global, del funcionamiento del cerebro, debido a una alteración del flujo sanguíneo. De manera general, los ACV se pueden agrupar en dos grupos:

  • De origen isquémico: suelen ser los más frecuentes. En este caso, suele producirse una interrupción o disminución del aporte sanguíneo a las zonas cerebrales debido a la obstrucción parcial o total de una arteria cerebral.
  • De origen hemorrágico: en estos casos, suele haber un derrame sanguíneo a la zona cerebral donde se ha producido la rotura de la arteria.

¡¡Importante!! Cuando una persona experimente de manera repentina un episodio de disminución de la conciencia, acompañado con la perdida de fuerza o parálisis local o de la mitad del cuerpo y, en ocasiones, pérdida del habla, probablemente esté sufriendo un Accidente Cerebro Vascular (ACV), por lo que es importante llamar urgentemente al médico.

  • Traumatismo craneoencefálico (TCE).

Los traumatismos craneoencefálicos se producen principalmente por una lesión en el cerebro causada por, principalmente, accedentes de tráfico, siendo el 50% de las causas; caídas casuales, accidentes laborales, actividades recreativas, violencia, etc.

 

¿Cómo es la evolución del DCA?


La evolución del DCA, suele ser variable, en función de la gravedad de la lesión cerebral. Las secuelas que se derivan del daño dependerán de las lesiones provocadas, así como del área cerebral afectada.

Como dato importante decir que el 44% de las personas que sobreviven a un ictus desarrollan discapacidad grave por el daño resultante.

Algunas de las secuelas que pueden aparecer, pueden ser:

  • Problemas en el nivel de alerta, tras un Trastorno Craneoencefálico o un Accidente Cardiovascular severo, frecuentemente se produce una pérdida de conciencia o coma. Esta puede variar desde una simple tendencia al sueño hasta una ausencia total de reacción a todo tipo de estímulos. En los casos graves el coma puede durar días o semanas.
  • La cognición, la cual nos ayuda a analizar todo lo que nos rodea. Es la capacidad de aprender, reflexionar o tomar decisiones de acuerdo a un razonamiento. Es, por tanto, la atención, la concentración, la orientación, la memoria… y tiene muchos usos: desde algo sencillo como descifrar un mensaje hasta cosas más complejas como organizar un viaje con tus amigos.

Los problemas de cognición pueden ser transitorios y reversibles, o pueden condicionar la autonomía de la persona de forma permanente. Por ejemplo, si afectan a la orientación espacial la persona afectada tendrá problemas para ubicarse: saber dónde está o hacia dónde se dirige.

  • Comunicación, es normal que la comunicación a través del lenguaje verbal o escrito se vea afectada si se producen lesiones en el hemisferio dominante (por lo general, el izquierdo). Entre otros, se pueden dar algunos de los siguientes problemas:
    • Afasia de predominio sensitivo: dificultad para comprender el lenguaje verbal.
    • Alexia: Incapacidad para leer.
    • Afasia de predominio motor: dificultad para emitir un lenguaje comprensible para quienes le rodean.
    • Anomia: Dificultad para nombrar objetos cotidianos.
    • Disartria: Dificultad para encontrar los puntos de articulación de los diferentes fonemas, por lo que el discurso se vuelve incomprensible.
    • Disfonía: Dificultad con la emisión de la voz.
  • Problemas a nivel motor, las lesiones en las regiones frontales y parietales de los hemisferios cerebrales, así como las lesiones en el tronco cerebral, suelen provocar debilidad en la parte del cuerpo contraria a la del hemisferio cerebral lesionado. Son frecuentes, por ejemplo:
    • Las hemiplejias: parálisis de la mitad del cuerpo.
    • Las hemiparesias: pérdida de fuerza y destreza en la mitad del cuerpo.
    • La espasticidad: que surge por la aparición de un tono muscular anormalmente elevado en algunos grupos musculares.
    • La disfagia: afecta a la deglución, es decir, a los movimientos automáticos que nos permiten tragar sólidos y líquidos.
    • El Control de esfínteres.
    • Cuadros de parálisis de miembros inferiores con conservación de la movilidad en las extremidades superiores. La falta de movilidad en los miembros condiciona pérdida de habilidades muy importantes, y genera un alto nivel de discapacidad.
  • Problemas en las emociones y la personalidad, con frecuencia la persona afectada por un Daño Cerebral Adquirido presenta inestabilidad en las emociones, depresión o pérdida de control sobre la expresión del llanto o la risa. En casos de ictus es especialmente frecuente la aparición de un síndrome depresivo.
  • Problemas en las actividades básicas de la vida diaria: se incluyen el aseo, el vestido, el control de esfínteres y los desplazamientos por transporte público, realización de compras…
  • Problemas en la recepción de la información: Hacemos referencia aquí a los diversos canales por los que los humanos recibimos información. Se incluyen los canales sensoriales (vista, oído, equilibrio, olfato, gusto, propiocepción) y los sensitivos (tacto).

 

Y después del DCA… ¿qué?


Tras sufrir un DCA, lo recomendable es acudir a rehabilitación. Esta rehabilitación es recomendada que sea llevada a cabo por un equipo de profesionales especialistas, en los que la persona reciba una atención individualizada, coordinada e integral. Entre todos los especialistas, encontramos:

  • Del ámbito médico: médico rehabilitador, enfermería, auxiliar de enfermería, etc.
  • Neuropsicología.
  • Logopedia.
  • Fisioterapia.
  • Terapia ocupacional.
  • Trabajador social.
  • Educadores sociales, monitores de ocio, preparadores laborales, técnicos de integración social, etc.

 

¿Cómo y cuando debe ser la rehabilitación del daño cerebral?


El proceso de rehabilitación del Daño Cerebral Adquirido tiene como objetivos:

  • Evaluar las secuelas del daño cerebral y las dificultades que estas provocan.
  • Reeducar y compensar las secuelas del daño cerebral para reducir la discapacidad.
  • Prevenir complicaciones futuras de las secuelas del DCA o de la propia lesión cerebral.
  • Potenciar las habilidades conservadas.
  • Promover la integración social y familiar.

La rehabilitación se debe dar desde el primer momento, desde que el paciente se encuentra en el Hospital en planta. Una vez iniciada, debe tener continuidad y ajustarse a medida que la lesión evolucione. Hasta los dos primeros años después de la lesión, la evolución de los pacientes es positiva, por lo que es fundamental que el trabajo sea continuo en el tiempo. A partir de este momento es importante mantener las terapias de rehabilitación orientadas a preservar la mejoría lograda.

Para obtener más información, pueden acudir a nuestra asociación, la cual cuenta con un equipo multidisciplinar que orientará y abordará la sintomatología de la persona que ha sufrido DCA, así como a los familiares encargados.

 

Bibliografía.


Muñoz Céspedes, J. M., & Tirapu Ustárroz, J. (2001). Capítulo 2: Etiología. En Rehabilitación Neuropsicológica (4.a ed., pp. 37-66). Síntesis.

Castellanos-Pinedo, F., Cid-Gala, M., Duque, P., Ramírez-Moreno, J. M., & Zurdo-Hernández, J. M. (2012). Daño cerebral sobrevenido: propuesta de definición, criterios diagnósticos y clasificación. Rev Neurol54(6), 357-366.

https://fedace.org/dano-cerebral-adquirido.html

http://www.alento.org/

 

Día Internacional de la Tartamudez

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Hoy 22 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Tartamudez, pero… ¿sabemos de qué se trata exactamente?

Es habitual que los niños pequeños, entre 2 y 5 años, no tengan una fluidez total en el habla hasta que aprenden a organizar y desarrollar su lenguaje expresivo. Teniendo claro en qué consiste la tartamudez podremos saber hasta qué punto estos problemas de fluidez pueden ser considerados parte de la evolución en el habla.

¿QUÉ ES LA TARTAMUDEZ?

Es un trastorno de la comunicación que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla acompañadas de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. En la mayoría de los casos, la tartamudez afecta al menos a algunas actividades cotidianas. Las dificultades de comunicación se dan en toda una variedad de situaciones: en el hogar, en la escuela o en el trabajo… o en situaciones específicas como hablar por teléfono.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS SE OBSERVAN EN LAS PERSONAS CON TARTAMUDEZ?

El habla de las personas con disfemia puede presentar alguna o todas de las siguientes características:

  • Repeticiones de palabras o partes de las palabras.
  • Prolongaciones de los sonidos del habla.
  • Parada o bloqueo total del discurso, cuando la boca está en posición para emitir un sonido, llegando a emitir sólo un sonido parcial o sin emitir sonido alguno.
  • Cambios en la velocidad del habla, volumen o tono.
  • Tensión muscular en los órganos usados para el habla.
  • Alteración de la respiración.

¿CÓMO EVALUAR LA TARTAMUDEZ?

En el caso de los niños pequeños, es importante predecir si existe probabilidad de que los problemas de fluidez continúen, desembocando en  tartamudez. La evaluación debe incluir una  serie de pruebas, observaciones y entrevistas por parte de un logopeda especializado, encaminadas a valorar el riesgo de que el niño siga teniendo dichos problemas. Algunos factores de riesgo que pueden indicar una tartamudez persistente son:

  • Problemas de fluidez del habla en otros miembros de la familia.
  • Problemas de tartamudez durante seis meses o más.
  • Otros trastornos de habla o de lenguaje asociados.

Es importante destacar que pese a que estos problemas persistan en el tiempo o no lo hagan, siempre es necesario consultarlo con un logopeda, y no esperar para atajar las dificultades en la fluidez.

 PAUTAS A SEGUIR POR PARTE DE LOS PADRES (Fernández, A. 2008).

  • No deje que su hijo le vea preocupado por su forma de hablar.
  • Procure no ponerse nervioso y mantenga la calma cuando el niño se bloquee.
  • Espere a que él termine y no le acabe las palabras aunque sepa lo que quiere decir.
  • Háblele despacio, con pausas entre las frases, sin apresurarse.
  • Sea un buen modelo a imitar para él en su forma de hablar.
  • Use un vocabulario sencillo y frases poco complicadas.
  • Procure alargar las primeras sílabas de las palabras al hablarle.
  • Mire al niño cuando le hable.
  • Demuéstrele con su actitud que disfruta hablando con él.
  • No realice demasiadas preguntas directas. Mejor haga comentarios.
  • Intente que sus preguntas no impliquen respuestas largas.
  • No le de recomendaciones como, toma aire, ve despacio, respira, etc.
  • Cometa algún error en su expresión cuando el niño le escucha.
  • No le ponga en situaciones que le presionen ni le metan prisa.
  • Si él quiere hablar en situaciones más tensas, déjele
  • No le llame tartamudo o “tartaja”.
  • No olvide que su hijo es como otros solo que ahora muestra algunas dificultades para hablar.
  • Si le observa frustrado o disgustado por su falta de fluidez, tranquilícele diciéndole que todo el mundo encuentra dificultades para hablar alguna vez y también que él habla fluido en muchas ocasiones.

TRATAMIENTO

Es muy importante realizar una consulta preventiva con un logopeda ya que cuanto más cerca del inicio del síntoma se intervenga, mejor será el resultado. El diagnóstico es de suma importancia. Actualmente, existen métodos de diagnóstico modernos que permiten diferenciar los errores normales de la fluidez, de las expresiones indicadoras del inicio de una tartamudez; a partir del diagnóstico se pueden establecer distintos tipos de tratamiento y/o de intervención: si es necesario intervenir directamente con el niño (intervención directa) o hacerlo a través de sus padres (intervención indirecta), forma que, habitualmente se utiliza en niños pequeños.

Una vez que el logopeda realice una evaluación exhaustiva, se decidirá el tratamiento que mejor  se adapte al niño o adulto. Se pueden enseñar distintas técnicas que ayuden a:

  • Mejorar la fluidez al hablar.
  • Lograr una comunicación eficaz.
  • Participar plenamente en la escuela, el trabajo y actividades sociales.
  • Reducir la tensión para poder aumentar la comodidad y facilidad al hablar.

 

«La Tartamudez no es una discapacidad, sino una capacidad diferente». (J.R. Quintero)

 

REFERENCIAS BILBIOGRÁFICAS

American Speech-Language- Hearing Association (ASHA). Recuperado de: https://www.asha.org/public/speech/disorders/la-tartamudez/#que

Fundación Española de la Tartamudez. Recuperado de: https://www.fundacionttm.org/la-tartamudez/la-historia-de-la-tartamudez/

Fernández, A. (2008). La Tartamudez. Guía para  padres. Fundación Española de la Tartamudez https://www.fundacionttm.org/wp-content/uploads/2015/12/guia_padres.pdf