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Día Internacional de la Tartamudez

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Hoy 22 de octubre, se celebra el Día Internacional de la Tartamudez, pero… ¿sabemos de qué se trata exactamente?

Es habitual que los niños pequeños, entre 2 y 5 años, no tengan una fluidez total en el habla hasta que aprenden a organizar y desarrollar su lenguaje expresivo. Teniendo claro en qué consiste la tartamudez podremos saber hasta qué punto estos problemas de fluidez pueden ser considerados parte de la evolución en el habla.

¿QUÉ ES LA TARTAMUDEZ?

Es un trastorno de la comunicación que se caracteriza por interrupciones involuntarias del habla acompañadas de tensión muscular en cara y cuello, miedo y estrés. En la mayoría de los casos, la tartamudez afecta al menos a algunas actividades cotidianas. Las dificultades de comunicación se dan en toda una variedad de situaciones: en el hogar, en la escuela o en el trabajo… o en situaciones específicas como hablar por teléfono.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS SE OBSERVAN EN LAS PERSONAS CON TARTAMUDEZ?

El habla de las personas con disfemia puede presentar alguna o todas de las siguientes características:

  • Repeticiones de palabras o partes de las palabras.
  • Prolongaciones de los sonidos del habla.
  • Parada o bloqueo total del discurso, cuando la boca está en posición para emitir un sonido, llegando a emitir sólo un sonido parcial o sin emitir sonido alguno.
  • Cambios en la velocidad del habla, volumen o tono.
  • Tensión muscular en los órganos usados para el habla.
  • Alteración de la respiración.

¿CÓMO EVALUAR LA TARTAMUDEZ?

En el caso de los niños pequeños, es importante predecir si existe probabilidad de que los problemas de fluidez continúen, desembocando en  tartamudez. La evaluación debe incluir una  serie de pruebas, observaciones y entrevistas por parte de un logopeda especializado, encaminadas a valorar el riesgo de que el niño siga teniendo dichos problemas. Algunos factores de riesgo que pueden indicar una tartamudez persistente son:

  • Problemas de fluidez del habla en otros miembros de la familia.
  • Problemas de tartamudez durante seis meses o más.
  • Otros trastornos de habla o de lenguaje asociados.

Es importante destacar que pese a que estos problemas persistan en el tiempo o no lo hagan, siempre es necesario consultarlo con un logopeda, y no esperar para atajar las dificultades en la fluidez.

 PAUTAS A SEGUIR POR PARTE DE LOS PADRES (Fernández, A. 2008).

  • No deje que su hijo le vea preocupado por su forma de hablar.
  • Procure no ponerse nervioso y mantenga la calma cuando el niño se bloquee.
  • Espere a que él termine y no le acabe las palabras aunque sepa lo que quiere decir.
  • Háblele despacio, con pausas entre las frases, sin apresurarse.
  • Sea un buen modelo a imitar para él en su forma de hablar.
  • Use un vocabulario sencillo y frases poco complicadas.
  • Procure alargar las primeras sílabas de las palabras al hablarle.
  • Mire al niño cuando le hable.
  • Demuéstrele con su actitud que disfruta hablando con él.
  • No realice demasiadas preguntas directas. Mejor haga comentarios.
  • Intente que sus preguntas no impliquen respuestas largas.
  • No le de recomendaciones como, toma aire, ve despacio, respira, etc.
  • Cometa algún error en su expresión cuando el niño le escucha.
  • No le ponga en situaciones que le presionen ni le metan prisa.
  • Si él quiere hablar en situaciones más tensas, déjele
  • No le llame tartamudo o “tartaja”.
  • No olvide que su hijo es como otros solo que ahora muestra algunas dificultades para hablar.
  • Si le observa frustrado o disgustado por su falta de fluidez, tranquilícele diciéndole que todo el mundo encuentra dificultades para hablar alguna vez y también que él habla fluido en muchas ocasiones.

TRATAMIENTO

Es muy importante realizar una consulta preventiva con un logopeda ya que cuanto más cerca del inicio del síntoma se intervenga, mejor será el resultado. El diagnóstico es de suma importancia. Actualmente, existen métodos de diagnóstico modernos que permiten diferenciar los errores normales de la fluidez, de las expresiones indicadoras del inicio de una tartamudez; a partir del diagnóstico se pueden establecer distintos tipos de tratamiento y/o de intervención: si es necesario intervenir directamente con el niño (intervención directa) o hacerlo a través de sus padres (intervención indirecta), forma que, habitualmente se utiliza en niños pequeños.

Una vez que el logopeda realice una evaluación exhaustiva, se decidirá el tratamiento que mejor  se adapte al niño o adulto. Se pueden enseñar distintas técnicas que ayuden a:

  • Mejorar la fluidez al hablar.
  • Lograr una comunicación eficaz.
  • Participar plenamente en la escuela, el trabajo y actividades sociales.
  • Reducir la tensión para poder aumentar la comodidad y facilidad al hablar.

 

«La Tartamudez no es una discapacidad, sino una capacidad diferente». (J.R. Quintero)

 

REFERENCIAS BILBIOGRÁFICAS

American Speech-Language- Hearing Association (ASHA). Recuperado de: https://www.asha.org/public/speech/disorders/la-tartamudez/#que

Fundación Española de la Tartamudez. Recuperado de: https://www.fundacionttm.org/la-tartamudez/la-historia-de-la-tartamudez/

Fernández, A. (2008). La Tartamudez. Guía para  padres. Fundación Española de la Tartamudez https://www.fundacionttm.org/wp-content/uploads/2015/12/guia_padres.pdf